domingo, 27 de diciembre de 2020

Línea Histórica del extractivismo y sus resistencias. (Autoconvocadxs por los Humedales, 12-12). *

* Trabajo popular, colaborativo, abierto y en progreso producido originalmente para la Acción en Defensa del Agua, la Vida y los Terriotorios del 12/12 de 2020. Reconstruido, y ampliado para ser compartido, con el objeto de difundirlo y profundizarlo.

Esta línea histórica intenta hacer un resumen del avance del extractivismo de los últimos 30 años; principalmente en Argentina. Pero, como es de suponer, toda historia nacional es parte de la historia de América Latina; así como de un proceso de exclusión y opresión del sur de nuestro continente, ecocida y dependiente de la explotación irracional de los "recursos" naturales (la destrucción del paisaje para transformarlo en capital). Por supuesto, los "medios de producción" consisten, hace largo tiempo ya, en herramientas para y resultados de la extracción de las riquezas de nuestra Pacha Mama, tanto aquí como en otras partes, tanto ahora como en tiempos ancestrales. La revolución industrial ha acelerado enormemente las posibilidades de la codicia y la masacre de la fauna, la flora y la geografía; más aun que la despenalización y legitimación moral de la usura por parte de la iglesia católica (recién una vez instaurada como centro de privilegios del control de las decisiones y la administración sobre el planeta). Se trata de un despropósito irreflexivo que nos destruye más como humanidad, limita nuestras posibilidades y multiplica el alcance de las injusticias; mientras deja en nuestra tierra cicatrices imborrables.

A lo largo de los milenios, centenios y décadas; ciertos "productos" de la explotación de la naturaleza han sido estelares. Me ha impactado muchísimo, para citar un ejemplo, el caso del "espermaceti" (blanco o aceite) de ballena; de múltiples usos (incluso como combustible); cuya obtención desmedida por parte de grandes flotas de los países anglosajones llevó a la ballena azul al borde de la extinción. Esta obtención artesanal se realizaba mediante la perforación y el acceso a los cadáveres flotantes de ballenas muertas por arpón en pleno océano (esto se muestra magistralmente en la versión cinematográfica de Moby Dick del 2015 llamada "En el corazón del mar", dirigida por Ron Howard).

Eduardo Galeano, en "Las venas abiertas de América Latina", menciona muchos de estos "productos estrella" del capitalismo (el oro, el caucho, la plata peruana, el cacao, el algodón, el café, el azúcar; hoy en día el coltán o coltano para los celulares). Siempre en su correspondiente época se percibieron como "negocios del momento" (más o menos como las canchas de paddle en los noventas, los cibercafés en los dosmil o las cervecerías hace unos años; haciendo una transposición al medio urbano). Usualmente implicaron la sobre-explotación de mano de obra esclava (que incluso se convirtió en uno de estos productos) o precarizada (tras las reivindicaciones laborales de la era sindical); por lo general participando de procesos peligrosos para la salud humana. En nuestra región podemos contar el exterminio de los quebrachales cordobeses y de las provincias del norte con el fin de producir durmientes de las vías del Ferrocarril Argentino; o la madera de la Forestal Santafesina (empresa de capitales ingleses que devolvió al estado sus territorios tras el fin de la dictadura militar con más del 70% de los montes autóctonos de esta provincia intactos; reducido a un porcentaje de un dígito tras la extremación del desmonte por parte de los estados democráticos y su sociedad con empresas civiles).

Hoy estamos a pocas semanas del comienzo de la cotización del agua en Wall Street, lo que implicará el aumento de la exclusión a su acceso para mucha población vulnerable (una exclusión que, en los hechos, está dada hace tiempo por las prácticas abusivas de los "propietarios" de la tierra que la contiene o por donde pasan cursos de la misma). Dejamos, en estas palabras, una constancia de que esta línea podría extenderse casi infinitamente al pasado; y casi globalmente como forma de abuso de los pueblos (sobre todo de sus sectores privilegiados) de la apropiación de los bienes autóctonos y naturales. Les invito a comentar hechos y momentos que les parezcan dignos de mención; se trate tanto de avances del extractivismo como de luchas en su contra. También a conmemorar las fechas en que luchadoras y luchadores contra estas prácticas han sufrido la represión o el asesinato; como actualmente ocurre en los pueblos de Mendoza y Chubut donde estas personas son perseguidas políticamente y resisten los abusos de las fuerzas represivas y terroristas de los correspondientes estados provinciales; así como el nacional (mínimamente, cómplice).


























Algunas otras omisiones (pedimos su colaboración para completarlas con fechas y datos certeros: Podés comentar con la foto de tu/s cartelitos): Los montes de las provincias del norte y noreste argentino vienen siendo talados vorazmente (a pesar de las leyes que lo prohíben) desde hace décadas. En las últimas, el avance de los focos de talas ilegales han reducido enormes extensiones de la selva misionera, así como del impenetrable chaqueño o el monte formoseño; y muchas áreas se han visto transformadas para lograr su adaptación al monocultivo de soja. También se puede mencionar las modificaciones artificiales e indiscriminadas de las cuencas hídricas (como la represa que "ahoga" el bañado "La Estrella" y contamina sus aguas con agrotóxicos que las alcanzan por el desborde de las aguas que alcanzan tierras fumigadas). Las fumigaciones condenan a las poblaciones rurales a enfermedades de nacimiento y cáncer. El impedimento de acceso al agua potable (o a cualquier agua) se siente mucho en las provincias del centro y oeste de nuestro país; donde los habitantes territorios ubicados río arriba, movidos por intereses egoístas, se apropian o desvían cursos de agua generando verdaderos conflictos diplomáticos que se recrudecen cuanto más al sur llegan (o deberían llegar, en algunos casos) los ríos. Los desmontes, además, han alterado irremediablemente los ciclos de inundación y sequía. Esta alteración, sumada a las prácticas de cosecha descuidadas y realizadas mediante maquinaria producen, además del agotamiento, una desertificación progresiva de los territorios a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Tormentas de arena y polvo recorren el centro del país cuando soplan vientos del norte y noroeste. Las sudestadas se han vuelto peligroso causal de inundaciones en el litoral. El que alguna vez fuera el microclima del valle de Amaycha (así como otros tantos) han perdido algunas de sus cualidades como bioma único debido a la voladura de varios de sus cerros vueltos cráteres por la explotación minera a cielo abierto. Los ríos se siguen contaminando sin control alguno; y son lugar de destino de deshechos de  múltiples industrias. La tierra se ha cubierto de vallas, como en las peores pesadillas de Thoreau.

Toda esta destrucción, además, se siente como un avance en la conquista de los territorios originarios por parte de la mentalidad europea y europeizante (en nombre del "progreso"); que cada vez más acorrala (en "reservas", "reducciones" o en la pura desesperación de encontrarse desposeídos) a los pueblos que los habitaron antes de la llegada de esta nueva lógica asesina a los territorios que hubieron llamado "Abya Yala". Esto sucede como parte de un proceso genocida que, a pesar de llevar más de 500 años, se recrudece cada día más y se vuelve más explícito: Condena al abandono de sus tierras (destierro), hambre, enfermedades importadas, miseria impuesta en nombre del "progreso", impedimento del acceso a  plantas medicinas y alimenticias ("yuyo", en quechua, significa "alimento"), invisibilización, racismo, negación de la historia, presencia y preexistencia de nuestros pueblos, represión, prohibición, encarcelamiento y asesinato directo de representantes y miembros de las comunidades (especialmente con el fin de seguir expulsándolos o quitarles un poco más). La "conquista de América" no terminó: cada día pide más sangre en nombre del capital, del dios Dinero.

Hoy, en los billetes, cambiamos los nombres y retratos de los asesinos y criminales que denominamos "próceres" por algunas de las "víctimas": fauna, flora, bienes naturales (mal llamados "recursos"); casi como reconociendo el origen de nuestra riqueza. Sin embargo los seguimos excluyendo y dándoles muerte. Una muerte que se disimula y se oculta tras muros de cemento, que se documenta antes de suceder y se transmite por las pantallas de las ventanas electrónicas con las que equipamos nuestras celdas en estas inmensas prisiones para la humanidad a las que llamamos "ciudades". Ciudades donde el ganado votante se alimenta, crece y se reproduce gracias a los bienes generados en el "campo" que destruye; sufriendo por sostener un "trabajo" muchas veces alienante, muchas más inaccesible y casi siempre sin sentido profundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

2 de febrero, Día Mundial de los Humedales.

“Humedal” es cualquier reserva de agua dulce, cualquier cauce de ríos, arroyos y cuencas lacustres, acuíferos, esteros, bañados, pantanos y ...